El Protocolo de la Esperanza imagina un futuro digno y esperanzador para las personas defensoras de derechos humanos
Pretendiendo concientizar sobre el alto coste de las amenazas y la impunidad; se posiciona sobre la necesidad de una política pública de protección para las personas defensoras de los derechos humanos y proporciona directrices para la investigación penal de las amenazas en su contra.